Larbmule, De Simón Varela Nacif y Sonia Visfer, Con Sofía Reynoso, 2008, 4´5´´
Un sinfín de presentes
Más de una vez defendí en este blog al cine narrativo, el trabajo en el guión, el relato… Pero el arte, a pesar de que no existe o quizá gracias a que no existe, aparece por donde menos se lo espera. Y apareció en este corto innegable, completo como un misterio. Lo vi varias veces, traté de pensar qué le cambiaría, qué estaba mal: posiblemente los subtítulos molestan, tal vez ese plano de ella con las tres sillas proyectando una sombra dura… pero no. También traté de entenderlo, de seguirlo, de encontrarle un sentido. Siempre me ganaron la sucesión de las imágenes, las palabras al revés convertidas en sonidos aterradores, esos inquietantes movimientos como la cámara que baja lentamente en la biblioteca, esa sombra moviéndose y haciendo mover a los escalones de mármol, su boca diciendo lo que no dicen los sonidos, el enorme ventanal cuadrado atrás de su cama…
Larbmule logra crear ese universo interior que intentan descubrir tantos cortos del Cievyc, porque no se dedica a pegar planos teatralmente oníricos sino que construye una unidad. Es sorprendente la madurez con la que los directores evitan las imágenes efectistas y avanzan en la creación de un mundo privado. Sus planos no pertenecen a sueños fuera de esa unidad y la actriz no hace muecas para explicitarnos sorpresa o extrañamiento ante lo que la rodea. El corto funciona como un enigma que se repregunta a sí mismo, concibe un misterio y nos convence de que no vamos a encontrar la solución ni fuera ni dentro de él pero también de que debemos seguirlo. “Todas las posibilidades parecen anularse en un sinfín de presentes aplastantes” salvo la posibilidad de convencerse de la ausencia de tiempo lineal y dejarse llevar por esta rara experiencia, acaso emparentada con la eternidad.
Ignacio Izaguirre
4 comentarios:
Hola, quiero hacer una aclaración, el nombre del corto es "Larbmule" con una sola L, no sé por qué sucedió este error (figura así en el programa de proyección...).
Ignacio y Soledad: creo que ambos captaron de forma acertada la propuesta del corto (más allá de los diferentes puntos de vista), esto nos da gusto tanto a mi como a Sonia. Nosotros también notamos cierta indiferencia hacia el material menos narrativo y me parece que habían cosas interesantes que no fueron tomadas en cuenta.
Me alegra que cada uno haya apreciado a su manera el corto. La idea es esa, generar una apertura para una lectura personal del espectador.
Ignacio: quisiera saber cuales son para vos esos tiempo muertos que van para atrás (jaja) y en qué es posible que molesten los subtítulos.
Saludos.
Disculpas por el error en el nombre del corto, corregido.
El catálogo tenía más aguyeros que un gruyere.
saludos,
Manuel
Simón, gracias por aclarar lo del título, llegué a pensar que en esa "L" de más estaba la clave para entender el corto.
Lo que me generó una duda de los subtítulos tenía que ver con los fuerte que era visual y auditivamente el corto, por lo que la lectura podía perjudicar esa fuerza. Como digo en la nota finalmente descarté esa observación y otras.
Sobre lo de los tiempos muertos... te diría que tiene que ver con las condiciones en las que se ve el corto. Saludos, gracias por comentar.
EL UMBRAL! de lo desconocido, gran corto. Debo confesar que aquellas palabras al revés me dan escalofríos aún de solo pensarlas.
Los subtitulos que siempre me molestaron (en Dejarte ir y en Corina) acá cumplen su función, y lo mejor, es que hablan.
Felicitaciones Sonia y Simón, realmente me gustó mucho lo que hicieron y fue una felíz y no casual coincidencia que a Ignacio también le gustara.
Saludos!
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