Cobertura 15 Festival Cievyc Cine 08 Balance de los cortos de tercer año



Collage de tercero

Viene del Balance de primer año y el Balance de segundo año

No es fácil hacer un balance general de tercer año. Casi como si se hubieran puesto de acuerdo, los directores se repartieron temas, estilos, propuestas estéticas, géneros y formas narrativas. Se hace muy difícil emparentar varios cortos entre sí en la muestra del último año. Aunque podemos relacionar Clausurado con Alas; a Anhelo con Ana o Nudo por la atmósfera onírica (herencia de segundo año, en tercero ocho de los veinte cortos recurren al universo mental); Días blancos y María 16 mm evocan una relación pasada; El canto de un gallo puede unirse a El clarinetista por su clima de misterio o a Maternidad por el suspenso creado, pero ya en estos últimos la relación se diluye, las uniones se vuelven artificiales o muy subjetivas.
Este hecho puede interpretarse de dos maneras que dejan ver un rasgo de madurez en los directores: por un lado, un estilo personal que empieza a delimitarse; por otro, el ser conscientes de que cada obra necesita formas propias a las que hay que ser fieles. Si hay un defecto que no apareció, fue el de querer poner todo lo aprendido en una sola película mezclando recursos y estéticas.


Quedan algunos momentos oscuros que no dejan de perturbarnos. ¿Qué pasó con Ana?, ¿quién es el personaje que se saluda con el protagonista al principio?, ¿cuál es el secreto? Más o menos me venía interesando hasta que hubo que soportar cinco minutos de búsqueda en el bosque, y me olvidé de qué la jugaba cada uno, incluido yo mismo. Por cierto, la señorita tenía muy lindas tetas. Otra molestia es la de La campana. El corto está bien hecho pero ¿cómo hago para sacarme de la cabeza que me está queriendo convencer del argumento ruckaufiano de que quien empieza robando un lápiz será un ladrón y morirá como castigo?

También nos llevamos algunas imágenes como esa pantalla dividida entre el parto y el candelabro en El clarinetista, una secuencia visualmente tan fuerte que contamina todo el corto. O los encuadres perturbadores dentro del baño y la cara de la nena que, diciéndonos que todo eso es un sueño, no logra aliviarnos en El canto de un gallo. O la interesante propuesta de Carpe diem. O el “sabés que yo me la veo venir”, el rengueo de Keyser Söze y la discusión sobre los hippies afuera o adentro del sistema mientras comen alfajor con cerveza en Uno solo, a pesar de que Pol-ka andaba por ahí. La partera de Maternidad, la mejor actuación y personaje del festival. La relación de las chicas de Días blancos, que es imposible ver sin olvidarse de que hay una puesta en escena. María, la de los 16 mm, dándose vuelta con un pie ligeramente levantado para mirar al perchero que la sigue. El ambiente conseguido en Tres portugueses, a pesar de que seco en el medio no implica mojado adelante y atrás, aunque sea una licencia poética de Rodolfo.


Posiblemente sea que les tomé cariño después de casi un mes escribiendo y peleando sobre ellos, pero varios de estos cortos cada vez me gustan más.

Ignacio Izaguirre


Estos son para mí (sin haber podido ver La célula) los mejores de tercer año rubro por rubro. Para bien o para mal no difieren mucho de los ganadores oficiales.

Mejor actriz
Roxana Berco por Maternidad
Mención para Lucía Passardi por Días blancos
Mejor actor
Estanislao Silveyra por La campana
Mejor producción
Dulce Fernandez Mathos por El clarintetista

Mejor dirección de fotografía Juan Rivero por El clarinetista y Jessica Blanco por Días blancos
Mejor dirección de arte
Diana Orduna por El clarinetista
Mejor sonido
Sebastián Palacio por El clarinetista

Mejor Montaje
Daniela Grandinetti y Gastón Inaui por El canto de un gallo

Mejor Direccion
Daniela Grandinetti por El canto de un gallo y Tomás de Leone por El clarinetista
Mejor guión
Franco Tarelli por Maternidad

Cobertura 15 Festival Cievyc Cine 08 Balance de Soledad Bianchi

La buena, la mala y la fea


Fue dura la exposición mental (por suerte no física) a la que nos sometimos, “¡Ustedes, los críticos!” (o sea, nosotros). En particular tuve dos identidades, la escribiente Soledad Bianchi y la comentarista Murcielagasónica. Esta dualidad por momentos me jugó en contra. Fue difícil contener los impulsos ante algunos comentarios. En mi faceta crítica intenté ser más calmada y abarcar la totalidad de los aspectos. Así fui dura con lo televisivo y el golpe bajo, y condescendiente con los errores técnicos. Lo que siempre intenté rescatar fue la búsqueda, la idea lograda o pretendida con los elementos que “el cine nos dio”. Mi rechazo por lo televisivo es un modo de ver las cosas, los directores que quieren dedicarse a este medio no tienen por qué sentirse ofendidos si es realmente lo que quieren.
Para los cortos de primer año tuve en cuenta la importancia que se le da al guión desde la enseñanza misma. Mi primera nota fue sobre El Nacimiento de una noción, corto que consideré mejor que los de segundo año. Una afirmación bastante apresurada (tenía que bajar un poco el entusiasmo). En segundo año comienzan a consolidarse las herramientas tanto técnicas como narrativas haciéndose más fuertes que la argumentación, de ahí que sean más abstractos y rebuscados. Por eso intenté no criticar la experimentación, pero sí la falta de equilibrio. Mi segunda nota fue “en contra” de mis colegas y finalmente, del jurado. “En contra de Rouge”, justamente, porque no pudo mantener lo que prometió con sus primeras imágenes. Es así que preferí cortos como Larbmule, Fase paradójica y Heart in a Box por ser más parejos, más completos en mi apreciación. Junto con Rouge, el gran ganador de segundo año fue La alarma, calificado como “una publicidad del Ford KA” por Murcielagasónica. Soledad Bianchi piensa que es un corto bien filmado y con una historia efectiva. Según el comentario de un lector, para su premiación los cortos tendrían que dividirse en cinematográficos y televisivos. Yo no estoy nada de acuerdo con eso, pero si lo hacen, deben incluir la terna publicitaria, ahí sí mi preferido es La alarma. Mi tercera nota fue dedicada a Otoño porque ciertas imágenes me hicieron sentir/pensar/hablar, y justamente eso fue lo que me hizo escribir desde un primer momento (también escribir esto).
Algunas elecciones del jurado, tanto de nominación como de premiación, me indignaron. Ana fue considerado el mejor corto del 2007 (existiendo Veo Veo); Tres portugueses fue el mejor corto de tercero (compitiendo con El Clarinetista). Las ternas fueron muy injustas, por ejemplo al ignorar El nacimiento de una noción en arte y al nominar en algunos rubros a Historia deseada, el peor corto del festival; por el sólo hecho de llamar la atención con el recurso Linklater de rotoscopía sin ninguna intención discernible, y con una historia que no puedo creer que haya sido aprobada para la tesis final. El grito que se pudo haber escuchado en la sala de Gaumont fue cuando el público llevó a la terna a Vera, el peor corto de tercero, en el que se deja la cámara clavada en una posición, con un encuadre bastante horrible, para que los actores improvisen (eso no es para cualquiera).
Más allá del jurado, con el que NO TENEMOS NADA QUE VER, nosotros pudimos hacer esta cobertura porque vimos el material con conciencia y nos tomamos nuestro trabajo en serio. Fue un arranque muy vertiginoso, había que acostumbrarse al medio, al festival, a los comentarios y a comentar. Pero de eso se trata el blog y esta experiencia fue la mejor forma de entender esta profesión, que en un momento creí peligrosa, pero por suerte, nadie salió herido.

Como no quiero ser menos, acá van mis créditos finales…
Gracias por darnos esta oportunidad, por confiar
en nosotros, Manuel Trancón,
Darío Bochjesenian, Sebastián Yablón y especialmente a
Victoria Ceccotti por editarnos.
Todos somos artistas, sino lo creen, deberían conocerlos a ellos, genios de verdad. También gracias al gran equipo, M. Sol, Nicolás, Fernanda, Germán, Mariné, Marcos, Norya, Cristián, Ignachinpum. GROSOS!!!
Fue una producción de:
http://undisparoalcine.blogspot.com/

Murcielagasónica (AKA Soledad Bianchi)

Cobertura 15 Festival Cievyc Cine 08 Fotos de la entrega de premios













Cobertura 15 Festival Cievyc Cine 08 Balance de los premios

Tuvo que venir un crítico…

… a decirnos los ganadores del Festival del que venimos hablando hace algunas semanas. Gustavo Noriega estuvo simpático como presentador: comentarios graciosos y con un poco de acidez para sacarle cualquier atisbo de pomposidad que la ceremonia podía tener y que le hubiera dado un aire más paródico que serio. Muy bien pensado el ritmo del festival, con los premios al cine nacional primero para que nadie se fuera antes de tiempo y anunciando a los ganadores y ternas de los cortos sin preámbulos o suspensos ficticios. En ese sentido mejoró la experiencia del año anterior que se hizo demasiado larga y provocó que al final de la ceremonia mucha gente se había retirado. Lamentablemente el precio a pagar fue no poder ver ninguno de los cortos en pantalla gigante. Sería interesante organizar una proyección con los ternados o alguna selección.

Para entender cómo fueron elegidos los ganadores, es indispensable saber que se intenta repartir los premios entre la mayor cantidad de cortos. El que ganó dirección, muy posiblemente no ganará guión o mejor corto. Este criterio se hace evidente si se pone un poco de atención.

En primer año el ganador podríamos decir que es casi indiscutido, al menos entre nosotros. El nacimiento de una noción fue votado por todos los críticos y le gustó al público, el único que compitió con él fue Veo veo que se llevó el premio de los espectadores y también fue votado por todos los críticos. Está bueno que se haya premiado un corto que revela que el director es también un espectador de cine. El gran ausente en las ternas fue Juguete, una fija para Mejor dirección.

En segundo año fueron ignoradas las producciones menos narrativas como Larbmule, Otoño y Fase paradójica, éste último ni siquiera nominado en montaje, su punto fuerte. Entre las otras películas mencionadas por los críticos fueron ternados en algunos rubros Heart in a box, El varieté, Emergencia y Punto cero. En cambio fue ignorada Dejarte ir. Nuevamente sobre el ganador (Rouge) hay coincidencia entre la mayoría de los votos críticos y el jurado. Pero en este caso la opinión no es unánime, en este blog se publicaron notas a favor y en contra, las dos fundamentadas. Una discusión que sería interesante continuar, porque permitirá profundizar ideas sobre el cine de uno y otro lado. La perla de la polémica es que la crítica en contra está basada en el mal uso del montaje y el corto resultó ganador en ese rubro, insisto en que hay que tener en cuenta los argumentos usados de uno y otro lado.

En tercer año la cuestión es un poco más complicada. Otra vez se dejó de lado a una propuesta más experimental muy votada por los críticos y muy elogiada en los comentarios del blog: Virginal. Tampoco fue nominada El canto de un gallo, un corto logrado y original. La competencia parecía instalada entre El clarinetista y Tres portugueses… (elegida por el público), las dos muy votadas en este blog. Se repartieron los otros rubros con Días Blancos, muy buen corto, y María 16 mm, una gran alegría que haya sido tenido en cuenta porque a pesar de sus falencias fue el más “fresco” del festival. El triunfo de Tres portugueses… no hizo justicia, la objeción no es porque esté basado en un cuento, lo que está perfecto, sino que sea la lectura filmada de un cuento. Es cierto que está muy bien hecho pero provoca una molestia, como si nos estuvieran mintiendo un poquito. El clarinetista fue muy bien comentado en este blog, coincido con la crítica ya publicada. Seguiremos comentando y, ojala, provocando discusiones que, como todas, no tendrán un ganador pero si un enriquecimiento personal.

Ignacio Izaguirre

Los Elegidos de los Críticos

Introducción

Dada la cantidad de malentendidos y confusiones generadas por nuestra cobertura del festival queríamos hacer algunas aclaraciones sobre nuestra participación y estos premios de la crítica.

Somos alumnos de primer año de la carrera de Periodismo y crítica del Cievyc por lo tanto nuestra relación con las autoridades de la escuela, los jurados y los profesores es exactamente la misma que la de cualquier alumno de dirección. No estamos al tanto de quiénes son los nominados y ni siquiera de cuál es el proceso por que se realiza esa nominación y la elección de los ganadores. La edición y subida al blog de las notas y entrevistas estuvo a cargo de dos profesores de nuestra carrera que no pertenecen al jurado del festival. Nuestra elección es, por lo tanto, paralela a la oficial y absolutamente independiente, la mayoría de nosotros ni siquiera conoce las caras de los directores. Nuestros votos fueron emitidos antes de conocer la elección oficial pero posteriormente a que dicha elección fuera realizada, por lo tanto es imposible que estén influenciadas mutuamente.

Consideremos las discusiones surgidas como propias de gente apasionada por lo que hace. Esperamos que hayan disfrutado hasta ahora tanto como nosotros de la cobertura.


Los preferidos de los alumnos de primer año de la carrera de Periodismo y Crítica cinematográfica del Cievyc son:

Norya García

Tercer año:

1- Días Blancos

2- Tres Portugueses

3- Virginal

Mariné Fernández Gianni

Primer año:

1- El nacimiento de una noción: Crítica social pura y dura !!!! con una estética clara y logradísima!

2- Veo Veo: Vertiginosa.

Segundo año:

- Rouge: El sonido en función de la narración me pareció uno de los mejores sin contar la musiquita de los créditos !!!! QUE VA Y VA

Tercer año:

1- Tres portugueses (sin contar el muerto): Si bien es un cuento de Walsh, a mi gusto es el mejor filmado. Impecable!

2- Carpe Diem: La narración es prolija, los retrocesos suman y me parece que el director supo aprovechar cada minuto. Me gustó!

3- Uno solo: No es una historia pretenciosa, está bien actuada. Está prolijo. Y por sobretodo intenta relajar un cacho y ser divertido !!!!!!

Mención: María

Germán González Sosa

Primer año

1- Nacimiento de una noción

2- Historia de invierno

Segundo año

1-Rouge

Tercer año:

1- La célula

2- Maria 16mm

3- Días Blancos

Cristian Sema

Tercer año:

1- El Clarinetista

2- El canto de un gallo

3- Maternidad

María Sol Salaberría

Primer Año:

1- El nacimiento de una noción: muy bien hecho, bien la historia y sobre todo, muy bien logrado.

2- Veo Veo: demasiado original y llama la atención desde que empieza hasta que termina.

3- Juguete: me compró... me gustó la historia, y aunque lo protagoniza una nena la actuación es bastante buena. Una historia sencilla... y la vecina da miedo en serio.

Segundo año:

1- Rouge: me pareció diferente del resto. Llegó con la desventaja de ser uno de los últimos cortos proyectados pero sorprendió, y dio ganas de seguir viendo más.

2- Dejarte ir: porque es sencillo, no peca de cursi aunque sea un corto que habla del amor. Todos tenemos una historia que nos es difícil dejar atrás… en fin, me llegó… soy sensible! Como dije en mi crítica, me gustó mucho el contraste de lo horizontal y lo vertical, y los subtítulos. Además, las actuaciones fueron muy buenas (cosa para destacar entre tanta actuación forzada).

3- El varieté: mi lado sensible se ofendería por verme votando este corto, pero me gustó. Prolijo, con una propuesta y un arte que me atrapó y me sorprendió. Puntos extra para el presentador; para mí, uno de los mejores personajes del festival.

Tercer año

(puedo justificar menos puntualmente porque, lamentablemente, solamente los pude ver una vez)

1- El clarinetista: muy prolijo; visualmente, un placer…

2- Tres portugueses: coincido con Mariné en que, aunque es un cuento, está muy bien filmado. Aunque tiene una duración mayor que muchos otros, pasa volando; muy bueno!

3- Virginal: lamentablemente fue el último corto, y 4 horas corridas de cortos sin descanso no le jugaron nada a favor. A pesar de todo tenía un "algo"; era sencillo, transmitía paz y nostalgia al mismo tiempo. Si aún después de tantas horas pude verle algo que llamó mi atención, creo que merece mi voto. Espero poder volver a verlo.

Ignacio Izaguirre

Tercer año (Por problemas en el DVD no pude ver La célula y vi pero no escuché Plateado, Virginal y O2)

1- El canto de un gallo. Logra crear el clima, están bien los actores, buenísimos los encuadres en el baño, incluso la revelación del sueño no te saca del clima de terror.

2- El clarinetista. Visualmente impactante, de otro nivel, por haber visto todos solo una vez quedé obnubilado por eso más allá de cualquier otra cuestión.

3-Días blancos. A pesar de que amenaza con lo peor los personajes son muy creibles, tienen existencia propia, me lo creí.

Menciones: Maria 16 mm. Muy original y muy querible. Se hace un poco larga, pero no quería dejar de nombrarla porque me dejó contento y es algo distinto.

Tres portugueses... me gustó pero me sentí un poco estafado al mismo tiempo.

Maternidad también la banco aunque debería durar la mitad.

Segundo año (Tengo un lío…)

1- Larbmulle. Lo dejo primero más que nada por bancar mi crítica. Lo volví a ver y tiene algunos tiempitos muertos que van para atrás. Pero me quedo con lo que me provocó durante una tarde.

2- Fase paradójica. El mejor montaje de todo lo que vi. Leer la crítica. Con todos los cliches (todos eh) salio bueno.

3- Rouge. Sigue ahí bancándose las críticas. Es una historia que logra crear climas y personajes. Además tiene la mejor canción del festival (posiblemente del mundo)

3º Bis Dejarte ir. A favor del recurso de la voz en subtítulos. Está bien filmada y, ante todo, la historia me atrapó.

Mañana cambio de opinión, eh.

Soledad Bianchi

Primer año

1- Veo Veo: un corto equilibrado y original donde todo sirve y funciona. Brillante.

2- El nacimiento de una noción: un gran guión acompañado de una puesta en escena coherente al homenaje planteado.

3- Parir la soledad: Una temática difícil, tratada con respeto y sobretodo con cine.

Segundo año

1- Heart in a Box: Una representación interior lograda a través de una propuesta estética original y precisa.

2- Emergencia: Una historia divertida con un Stop Motion impecable. Otra posibilidad de la Bolex aprovechada al máximo.

3- Larbmulle: Existencialismo sensorial logrado con sonido, montaje y puestas de cámara adecuadas de principio a fin.

Tercer año

1- El Clarinetista: Un clima logrado para una historia nostálgica que transporta y no decae. Cine de verdad.

2- La célula: La funcionalidad de la cámara puesta al servicio del relato con encuadres, cambios de foco y movimientos rítmicos que acompañan a una estética interesante (lástima la foto…).

3- María 16 mm: divertida, original, con recursos inmersos en un pastiche que denota conciencia de cine y emoción por filmar.

El mejor está entre Veo veo y El clarinetista... me la jugué en tercero por María y dejé afuera Virginal y Tres portugueses muy a mi pesar...

Marcos Di Biase

Primer año:

Tómame y arrójame lejos: Muy bien logrado desde varios puntos de vista, fotografía, guión, dirección, etc…

Veo Veo: Una forma distinta de contar y ver las cosas las cosas

El nacimiento de una noción: El mejor arte que vi en todo el festival

Segundo año:

Heart in a box: Una historia simple contada de una forma muy novedosa, aparte por algo muy personal, ya que soy un fanático del box.

Nicolás Ponisio:

Segundo año:

1 - Rouge

2 - Punto Cero

3 - El varieté

Cobertura 15 Festival Cievyc Cine 08 Balance de los cortos de Segundo año

Entre los sueños y las fotos
(viene de acá)

Para hablar de segundo año no puede ser pasado por alto que son los primeros cortos realizados en fílmico, por lo tanto con una cantidad de minutos limitada y contando los centímetros de película, lo que da pocas posibilidades de retoma. Este chiche nuevo hace que la atención de los directores se concentre muchas veces en la técnica y en la calidad de la imagen por sobre el guión y el relato. Algunos eligieron el stop motion para aprovechar la nueva cámara con resultados sobresalientes como en Emergencia y muy buenos en lo técnico como Mi gran casamiento barbie. Hay que decir que ésta concentración en la fotografía dio resultados, en la mayoría de los casos es muy buena, hay imágenes muy logradas y lindos planos, prevaleciendo el claroscuro y los ambientes nocturnos. Esto no es un dato menor, el fílmico es una experiencia totalmente nueva, hay que manejar muchas variables y no se puede llevar un monitoreo de lo que se filma. Gran trabajo en este aspecto.

La contrapartida es una aparente relajación en la elaboración de historias personales y sentidas. Hay imágenes que se repiten hasta el hartazgo como la persecución o búsqueda en los bosques, la mujer o nena vestida de blanco, las hojas de otoño, el nombre Ana, el actor con cara de sorpresa y respiración agitada y el tópico cievyquiano por excelencia: la representación del universo mental, onírico o imaginario de un personaje. Diecisiete de los veintiocho cortos proyectados incluyen uno de estos mundos de fantasía ¿No será mucho? Se insiste en relacionar arte con sueño o fantasía, creación e imaginación con delirio y absurdo, cine con teatro. No es mi intención negar esas experiencias que incluso tuvieron grandes resultados como Larbmule y Fase paradójica, y otros muy buenos como Dejarte ir, sino dejar en claro que es solo una posibilidad. Algunos suelen defender esos intentos como “experimentación” o “algo nuevo” cuando es una estética que existe desde el comienzo del cine y tiene una historia tan o más larga que el cine institucional. Para buscar algo nuevo hay que saber muy bien qué se hace y qué se hizo, las experimentaciones sin conocimientos suelen producir repeticiones.

Esperemos que en tercer año se sinteticen las historias e inquietudes de primero con la técnica adquirida en segundo.

Ignacio Izaguirre


EN 15 MINUTOS LOS ELEGIDOS DE LA CRÍTICA....

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Larbmule



Larbmule, De Simón Varela Nacif y Sonia Visfer, Con Sofía Reynoso, 2008, 4´5´´

Un sinfín de presentes

Más de una vez defendí en este blog al cine narrativo, el trabajo en el guión, el relato… Pero el arte, a pesar de que no existe o quizá gracias a que no existe, aparece por donde menos se lo espera. Y apareció en este corto innegable, completo como un misterio. Lo vi varias veces, traté de pensar qué le cambiaría, qué estaba mal: posiblemente los subtítulos molestan, tal vez ese plano de ella con las tres sillas proyectando una sombra dura… pero no. También traté de entenderlo, de seguirlo, de encontrarle un sentido. Siempre me ganaron la sucesión de las imágenes, las palabras al revés convertidas en sonidos aterradores, esos inquietantes movimientos como la cámara que baja lentamente en la biblioteca, esa sombra moviéndose y haciendo mover a los escalones de mármol, su boca diciendo lo que no dicen los sonidos, el enorme ventanal cuadrado atrás de su cama…
Larbmule logra crear ese universo interior que intentan descubrir tantos cortos del Cievyc, porque no se dedica a pegar planos teatralmente oníricos sino que construye una unidad. Es sorprendente la madurez con la que los directores evitan las imágenes efectistas y avanzan en la creación de un mundo privado. Sus planos no pertenecen a sueños fuera de esa unidad y la actriz no hace muecas para explicitarnos sorpresa o extrañamiento ante lo que la rodea. El corto funciona como un enigma que se repregunta a sí mismo, concibe un misterio y nos convence de que no vamos a encontrar la solución ni fuera ni dentro de él pero también de que debemos seguirlo. “Todas las posibilidades parecen anularse en un sinfín de presentes aplastantes” salvo la posibilidad de convencerse de la ausencia de tiempo lineal y dejarse llevar por esta rara experiencia, acaso emparentada con la eternidad.

Ignacio Izaguirre

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Mi gran casamiento Barbie



Mi gran casamiento Barbie, De Lucía Soubelet, Con Juliana Veso, 2008, 2´5´´

Electro pop en blanco y negro

Suponiendo que es uno de los cortos hechos con 60 metros de película y sabiendo que muchas veces este metraje fue insuficiente, es entendible que se haya optado por el stop motion. Sabiendo que se iba a usar película blanco y negro, no es tan entendible usar una canción pop, unos personajes pop y una temática pop. Todo pide colores.
Mi gran casamiento Barbie es un buen ejemplo de lo importante que es cuidar todos los aspectos de una producción. Es evidente que el esfuerzo está puesto, con éxito, en que las secuencias con los muñecos funcionen técnicamente. La fiesta logra crear su ambiente y es graciosa, tanto como el rabino y el momento de la copa aplastada. El problema es que todo eso está en función de casi nada. Termina siendo un video clip sin más interés que esas pocas imágenes sostenidas por la pegadiza Barbie girl. La canción funciona en las escenas de los muñecos pero queda totalmente fuera de lugar en el mundo de la nena; incluso, cuando ella los peina y los viste siguiendo la letra, lo que sólo logra que se haga evidente que es una escena con una lectura inmediata y obvia.
La historia, que sabemos que alguna vez existió en el papel gracias a la sinopsis publicada en el programa del festival, queda pobremente esbozada en el resultado final y se puede rastrear únicamente después de haber visto un par de veces el corto. Sin esa lectura previa, el plano de los dos Kens cambiando de lugar parece un casamiento gay, las apariciones de la nena y sus gestos son inentendibles y no sabemos qué desea ninguno de los personajes, ni la de carne y hueso ni los de plástico.
Enamorada de sus muñecos, la directora se olvidó de los espectadores y de su guión. Una lástima pensando que era una propuesta original en este festival superpoblado de dramas.

Ignacio Izaguirre

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08: Balance de los cortos de Primer año


Veo Nacimiento Veo Noción

Primer año dio sorpresas en general. Cortos como Veo Veo, El nacimiento de una noción, Tómame y arrójame lejos, Parir la Soledad y Juguete estuvieron entre nuestros preferidos. Cada uno con su estilo pudo impactar con una calidad que aumentó el nivel del festival y a la vez las expectativas de un nuevo cine nacional para un futuro no tan lejano. Esta elección y eventual coincidencia en los dos primeros puestos no es casual. Algunos estuvieron cerca pero les faltó algo, no está mal tratándose de un primer año en donde recién se empieza a jugar y a entender. En un sub-concurso podrían participar Bailarines muertos, corto que homenajea a El Eternauta pero que no se llega a disfrutar sino se conoce el comic (gran trabajo de post producción), Historia de invierno, que está bien pero le falta impulso, Corina, que se enreda pero a su vez se destaca, Salir a pescar, que impone un aire bohemio pero por momentos distancia.

Claro que también hay cortos para olvidar. La primera mirada, resulta por momentos un institucional que diferencia “menorrea” (palabras del corto) de embarazo; Camino, que solo intenta que nos pongamos mal con la pobre señora sin trabajo, evidente y descarado; e Historia deseada, un hada que ayuda a un cartonerito a disfrazarse de vendedor de velas en un acto escolar, indignante (sobre todo el juego de palabras del final). En los demás, no se trabaja la puesta en escena y la historia se queda sola, hay una búsqueda, una experimentación pero se queda en la nada. Lo interesante es que restan dos años por delante, y la mayoría promete. Felicitaciones a todos por llevar su proyecto a cabo.

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Soledad Bianchi




El Nacimiento de una Noción from Rodrigo Silvestri on Vimeo.

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Parir la soledad



Parir la soledad, De Patricia Fernández


No va más

Una mujer embarazada a punto de estallar, con ocho hijos más, con un marido ausente, en un rancho ubicado a un día del hospital (o intento de), va a dejar todo para volver a Paraguay, donde recuerda que era buena en matemáticas. Poner esto en imágenes puede resultar peligroso, un guión de este estilo tiene muchas probabilidades de provocar situaciones incómodas, difíciles de llevar. Pero en este caso, los distintos planos demuestran que la idea fue concebida en plena conciencia de su realización visual. Un corto para disfrutar por la construcción de un mundo bien representado.
Empieza con la descripción geográfica mediante planos que se apagan al ritmo de un piano, y pronostican la tristeza que desprende el lugar. La ropa colgada, los juguetes tirados en el piso, anticipan la superpoblación de niños-hijos. Los pájaros simbolizan la falta de libertad que acecha a la protagonista. Cuando la cámara entra para describirnos al personaje principal, lo hace desde la mirada perdida, con un plano que representa la desolación que la rodea. Luego, el plot point: una contracción que provoca el cambio de actitud que la lleva a buscar elementos nostálgicos para tomar la decisión final de abandonar todo. La cajita naranja que esconde en su vestido es la forma de llevar a cabo su plan. Recién al final revela su contenido, una cédula que deja ver su verdadera identidad y que estaba escondida en ese rancho, tras sus hijos, en esa caja no del todo olvidada. Pero, sin lugar a dudas, lo mejor del corto es la definición temporal a través de un sol que va cambiando de posición, que también provoca una ubicación espacial, en ese camino que la llevará a parir un hijo, entre contracción y contracción. Las imágenes dicen todo, duelen a la ida y alivian a la vuelta, pero siempre sufren la soledad.
La definición es acertada, la descripción del lugar, de los personajes, del tiempo y del espacio. Se juega por un tema que puede sostener desde una construcción visual que consigue todo lo que pretende. Parir la soledad dice lo justo, un corto silencioso como la vida de la protagonista, como lo que la rodea.
Soledad Bianchi

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Entrevista a Marcelo Lalli, parte 2

Entrevista a Mareclo Lalli, profesor de Dirección III y IV y jurado del 15 Festival Cievyc Cine 08, parte 2

viene de acá

"Quisiera que para los próximos años se le de más importancia al manejo de la técnica"


-Como jurado, ¿Qué es lo más importante a la hora de elegir el mejor corto? ¿Qué errores te sacan de quicio y cuáles perdonás?
Tiene que ver con la unidad formal del corto. No sólo con lo equilibrado de la realización. Un corto puede ser muy equilibrado, y ser desabrido. Hablo de la potencia que genera un trabajo en el cual su organicidad te absorbe como espectador y sentimos su impacto, en algún momento del relato, de una forma irracional, espontánea, sin importar su duración. Cuando esto aparece, cuando esto se siente, que en mi opinión casi siempre aparece en la primera mirada (tratándose de un corto), es muy tenido en cuenta para la elección. Luego, lo vivenciado con el director y los realizadores durante el proceso en las clases, que honestamente no ocurre mucho. Cuando se dan ambas cosas, el final de ese proceso es muy gratificante.
En cuanto a lo que me saca de quicio y perdono, depende de mi estado anímico en el momento y luego dejo pasar esa sensación. No se puede trabajar sistemáticamente así, por más que uno se enoje.

-¿Qué conclusión nos podes dar como profesor, jurado y entendido en el tema? ¿Creés que el nivel tiene que ver con algún fenómeno externo al cine? ¿Qué esperas para los próximos años?
Obviamente que hay factores externos que intervienen. Cuando alguien crea, lo hace en interacción, aunque no lo registre. Pero el manejo de la técnica es fundamental para maniobrar eso. Quisiera que para los próximos años se le dé más importancia al manejo de la técnica, para que esos factores se utilicen a favor de los contenidos y de las formas expresivas. Los “fenómenos” externos son cada vez más terribles, fascinantes, superan la ficción, por lo cual, son más difíciles de maniobrar. Pero a la vez, son una muy útil materia prima que debería utilizarse más si de procesos de comunicación emocional estamos hablando.

-Como profesor también de la Carrera de Crítica. ¿Qué conclusión sacás acerca de las notas en general? ¿Qué puntos creés que no son tomados en cuenta? ¿Cómo ves la reacción de parte de los lectores?
Me parece muy bien que se hagan las notas. Pone en un lugar de interés a los trabajos.
Las notas me parecieron buenas. (¿Algunos toques de ironía pueden afectar un poco al realizador? Desde ese lugar tal vez uno se pone un poco susceptible, pero bueno… uno hace las cosas para los demás, sino no habría comunicación.) No pude leerlas todas. Pero hay una cosa que no comprendo: el resumen argumental en algunos casos ocupa la mitad de la nota. Es para introducir al lector, claro, pero al conocerlos sentí la necesidad de salteármelo.
En cuanto a los puntos que no son tomados en cuenta, podría tener que ver con lo costoso que puede resultar el proceso de la película y con el criterio estético y narrativo.

Entrevista: Soledad Bianchi

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 El clarinetista



El clarinetista, De Tomás de Leone, Con Ricardo Aielo y Gladys Joaquin, 2008, 2’5’’

Sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando

Dentro de una fecha de tercer año muy irregular, El clarinetista se destacó como uno de los trabajos más maduros y con un estilo definido de la jornada. Es una reconstrucción de época en la que un nene, todavía en pantalones cortos, viaja de una punta a la otra de la ciudad en la oscuridad de la noche a ver a un maestro de clarinete.
Es interesante el trabajo de repetición de un elemento como la mujer fregando un trapo, para marcar el paralelo entre la vida y la muerte, representadas justamente al principio y el final del corto. Al llegar a la casa del maestro, el director logra, sin recurrir a elementos fantásticos, introducirnos en un mundo de espectros, principalmente mediante el uso del contraluz en la iluminación de la escena. Esas viejas lloronas, profesionales de la muerte, ya han perdido también su alma y se produce un brutal contraste con el chico.
La canción que sale del gramófono nos translada a un universo onírico, que se confirma con un travelling dentro del aparato. Ese sueño nos remite, aunque no de un modo obvio, al trasfondo familiar del nene y su actual frustración. Pero el final de El clarinetista marca una superación de esa frustración por medio del arte. Tomás De Leone, un director que dejó los pantalones cortos y promete.

Cristian Sema

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Entrevista a Marcelo Lalli, parte 1

Entrevista a Mareclo Lalli, profesor de Dirección III y IV y jurado del 15 Festival Cievyc Cine 08, parte 1

"Quisiera que para los próximos años se le de más importancia al manejo de la técnica"

-¿Cómo percibiste el nivel general de los cortos? ¿Existe una diferencia significativa con años anteriores?

Me voy a referir a los de 2° año porque los de los otros años no los vi.
Desde la docencia se busca un equilibrio, una organicidad en los trabajos, pero debemos tener en cuenta que 2° es un año de transición, de alteraciones y desequilibrios. Hay mucha diferencia técnica y de propuesta entre los trabajos: naturalismo, stop motion, abstractos, otros hasta han bordeado el documental. Blanco y negro, color, fílmico, video. Obvio que dentro de este marco hay trabajos que destaco. Creo que la diferencia es más saludable que establecer un parámetro de nivel fijo y medir desde ahí. Estamos en una escuela y esto sirve para probar distintas cosas donde el perfil de los estudiantes tanto individual como de grupo se va definiendo. Esa definición difícilmente se dé en un solo año de prueba. Por eso algunos trabajos se quedan a mitad de camino en el proceso experimental (no me refiero con experimental a lo abstracto, a lo “transgresor”, sino a la primera experiencia y juegos con el material).
No encuentro diferencia “significativa”, concreta, puntual en cortos de 2° con años anteriores. Lo que me ha pasado es que siempre me gusta más la muestra del año anterior. Después, cuando baja la demanda respecto a lo que uno espera de los más recientes y ya no está esa ansiedad, encuentro muchas cosas en los trabajos actuales y esa diferencia hace que se les otorgue otro valor.

- Como profesor y responsable de la elección de los cortos de segundo para las tesis de fin de año, ¿qué es lo que te hace elegir un corto ante otro? ¿Tiene que ver con el desempeño del alumno, la confianza en él o la propuesta general realizada?
Idealmente se tienen en cuenta estos 3 factores que mencionás. Las elecciones son bastante difíciles. En los tres años que hace que estoy involucrado traté de compartirlas. De armar un pequeño jurado en el que las áreas de la realización participen. Fue un poco arduo y desordenado. Esto nos lleva seriamente a pensar en la estructura de 2° año respecto a esto y de cómo seguir mejorándola. El tema es que estos cortos no son los únicos que se hacen en 2°. Hay otros que conllevan su tiempo y complejidad. Es un año particular, ya que plantea una transición muy fuerte en los estudiantes, repito.

-¿Qué diferencia notás entre lo prometido y lo realizado, de lo escrito a lo finalmente mostrado? ¿Cuál es tu crítica general en cuanto al resultado final de los mismos? ¿Qué errores podían haberse evitado?
Hay 3 preguntas en una:
1 y 2: Considero que la realización al ser en cine y no en video, y que al ser la primera y la segunda experiencia en eso, es un proceso muy difícil en términos de continuidad desde todo aspecto: estética, narrativa, de trabajo grupal, etc. Esto hace que “lo prometido” a veces supere lo mostrado pero también a la inversa. Realmente me he encontrado con muy gratas sorpresas y otras ingratas. Por otro lado, debemos tener en cuenta algo fundamental. El guión es una parte. El proceso creativo continúa de una manera muy intensa en la realización y en la post. Y es lógico que lo que vuelve muchas veces sea distinto a lo que cada uno de nosotros como lectores de guión hemos imaginado. Si lo que vuelve es el guión filmado, estamos en un problema. Esto ya lo decía Hitchcock cuando se refería a que la película no es un guión fotografiado.
3: En cuanto a algunos errores que pudieron evitarse, creo que fundamentalmente tiene que ver con lo estructural, tanto de un concepto, como del guión, de los grupos de trabajo, de la conducción desde las clases, y esto me toca ya que hubiese querido intervenir más organizadamente en los proyectos. Creo que por ejemplo la planta es algo muy importante. La cantidad necesaria de planos que se necesitan para informar y comunicar emocionalmente una acción dramática. Pero ocurre que si no está la locación, hay cambios repentinos de casting, la mitad del equipo técnico desaparece -como escucho que ocurre-, el seguimiento de una planta y la inspiración del director respecto a los hallazgos que el clima del rodaje pueda otorgarle suenan a “mucho pedir”. Creo que esto es característico de la “transición” mencionada anteriormente y afecta mucho a la estructura interna de los grupos, ya desde las clases.

continuará...

entrevista: Soledad Bianchi

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Éter


Éter
, de Juan Manuel Buzzalino, con Martín Eeren, Nicolás Mercado, Claudio Fusco, Mauricio Gómez Rocha, 2007, 2’ 5’’

Historia de Patoruzú y de cómo aprendió a drogarse

Es muy difícil escribir sobre Éter de J. M. Buzzalino. Logra transmitir un mensaje, sí, pero lo que no terminar de lograr es una reacción en el público. Uno lo mira atento y sin embargo cuando llega a su fin se pregunta si eso fue todo.
Un par de indios alrededor de una fogata. Uno de ellos toma una especie de brebaje humeante y su rostro comienza a consternarse. ¿Esto se debe a que le cayó mal y ahora deberá recurrir a un arbusto? Uno pensaría que sí, pero no. El hombre comienza a tener visiones de la sociedad del futuro. Se ven en una sucesión de planos a cuatro jóvenes estupidizados frente a un televisor (viendo Los Simpson), rodeados de botellas de alcohol y cigarrillos. Los chicos, casi al igual que la cámara, nunca se mueven. Se quedan sentados con expresiones similares a la de Jack Nicholson luego de la lobotomía en Atrapado sin salida. Cuando vemos estas imágenes que pasan rápidamente ante nosotros, acompañadas por una especie de música electrónica, sentimos como si se estuviera viendo un videoclip.
El mensaje del corto está claro: “Aborígenes logran ver horrorizados nuestro presente”. Lo que no termina de quedar claro es si el corto merece un lugar en nuestra memoria. Por ahora no. Algún día tal vez. Muchos de los trabajos de segundo año fueron muy buenos, pero por desgracia Éter se queda atrás.

Nicolás Ponisio.

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Ana



Ana
, De Diego Kartaszewicz, Con José Gonzales, Florencia Sandulli y Dario Zorreguieta Segura, 2008, 3' 5''.

El corto ferpecto o De cómo el relato mata la historia

Si bien la historia raya con lo trivial, -resumido: una chica, un chico, una relación aparentemente próspera interrumpida por un embarazo menos deseado que otros no deseados, y al parecer un aborto que se complicó- el problema ciertamente no está acá.
En mi caso, el camino estaba casi medio hecho. Después del gran plano general, lo que parecía conocido se me hizo evidente, e identifiqué con facilidad el barrio inglés de Escalada, el paredón y ya mi sensibilidad estaba a flor de piel.
Dos chicos de barrio que caminan juntos y al llegar a una esquina se saludan, se abrazan y se separan. No había gran cosa hasta acá pero venía bien... El plano se abre y se ven los diferentes caminos que pueden tomarse (no casualmente en cruz) anticipando la fatalidad. La redundancia: la casita de la virgen en profundidad de campo.
De ahí en más, la pequeña historia se destruye con el relato. Y la falla aumenta en el refuerzo de las situaciones comunes porque deriva, irremediablemente, en esta redundancia. La ventaja de usarlas radica justo en ese punto. Son conocidas por todos y no necesitan ser tan recalcadas, cosa que pasa durante todo el corto, perdiendo tiempo sin aprovechar los escasos minutos para crear sobre esa base.
Por otro lado, el exceso de fantasía infanto-juvenil incomoda por momentos. La casita del bosque donde pasan las cosas malas, el espíritu de la chica que corretea entre los árboles con su sonrisa socarrona y no se deja agarrar por el chico atormentado, el largo plano del cielo y todo esto repetido innúmeras veces vuelve a molestar.
El defasaje del sonido y la imagen es algo que por momentos hace ruido también, así como el corte abrupto de la música (piano) extradiegética para darle paso a nada.
De todas maneras rescato la intención de contar una historia que podría ser de cualquiera. Cuestiones externas que lo desfavorecieron: la proyección de Anhelo en continuado, otro corto que hace abuso del ¨bosque cievyqueano¨, el pianito enfatizador de los momentos en que debemos ponernos tensos y la celestización de la muerte.

Mariné Fernandez Gianni

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Piezas



Piezas, De Natalia Cejas

All you Need is

Si hay algo que se desprende de Piezas es el fanatismo de su directora por Los Beatles, por el demasiado famoso plano de Abbey Road y el tema final Here Comes the Sun. La historia, una vez más, es de una nena que vive con un padre que la ignora. Ella se divierte y entristece a la vez armando un rompecabezas de difícil solución, ya que no puede encontrar una pieza (de ahí el nombre). El retrato de la soledad de la chiquita y su intento de acercamiento al padre está evidenciado en la escena de la merienda. Ella, acompañada de su chocolatada y una vainilla, lee el diario Olé, con poco interés, ya que parece no haber heredado el espíritu futbolero de su progenitor, que llegaba con el diario unas escenas más atrás. Pero lo intenta, no como su padre que no le da ni un beso. En un momento reconforta una pequeña metáfora -forzada por la no existencia de continuidad-, en la que al tomar una foto de su madre hay un contraplano de un vidrio mojado que parece explicar el sentimiento solitario que la inunda. Pero en el corto no pasa nada más... De repente, el padre cae con unas Óreos y saca una pieza “del sombrero” y la coloca en el rompecabezas solucionándole el problema a la niña; un final un poco a los tirones.
Piezas intenta describir la ausencia, pero no se juega a hacerla sentir con ningún recurso extraordinario. Pasa algo, pero no interesa ni se destaca. Más un ejercicio que una tesis, pero para serlo está bien logrado.

Soledad Bianchi

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Fase paradójica



Fase paradójica, De Juan Manuel Echalecu, Con Eliana Wasserman y Sofía Santos, 2008, 4´.

La paradoja de los clichés que funcionan

Otra mujer con vestido blanco, otra nena, otro bosque, otro embarazo perdido, otro mundo onírico… Todos los tópicos cievyquianos en un corto que sin embargo funciona y está bueno. Desde la suavidad de los títulos se augura una película cuidada, contenida, que no cae en el paroxismo a pesar de que la tentación acecha.
Entramos al corto con la imagen de la nena comiendo tierra, su opuesta simétrica será la de la chica tomándose el vientre y perdiendo sangre. Vamos de una a la otra a través de un montaje trabajado (lo mejor del corto) que no cae en la aceleración sin sentido. Los flashes son perturbadores pero no violentos, se integran al resto de la obra, y le suman una dosis de autoconciencia por el cambio a una imagen más cuadrada durante ese par de planos. (En todo el corto la relación de aspecto es 2,2:1, en los flashes cambia a 4:3)
Gracias a este montaje se logra un ambiente misterioso en el que nunca podemos construir un espacio concreto. En este sentido fallan los planos demasiado amplios y largos del bosque donde a veces se pierde la ilusión creada.
Para conseguir ese misterio se usan muy bien otros recursos. Entre ellos los planos perturbadoramente desequilibrados como el de la nena al final del pasillo en un rincón de la pantalla y el de ellas dos corriendo en el bosque, tomando por sorpresa a una cámara que parece estar distraída en las ramas de los árboles y las registra casi por casualidad. También el sonido y la música están en función de ese ambiente y, aunque usa algunos clichés del suspenso, suma al resultado final sin robarle el protagonismo a la imagen.
El casting es otro punto a favor. Mientras la nena (Sofía Santos) cumple su rol a la perfección, la chica (Eliana Wasserman) tiene una cara enigmática que agrega misterio. Además tiene la rara virtud de no enfatizar cada acción con una mueca, confiando en que la cámara capte su expresividad innata.

Ignacio Izaguirre

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Veo Veo



Veo veo, De Ludmila Rosenzweig, Con Lucia Alvarado Losada, Vladimir Yuravel, 2008, 12’

Ojos que no ven (porque no quieren)

Veo veo es rock en estado puro. La estetización de la protagonista que no puede existir en un mundo lleno de caretas, con un pasado por descubrir y con una vida por recuperar, representada con imágenes envueltas en símbolos y metáforas que expresan el límite de su búsqueda interna. Para ver y rever, cada paso, cada imagen, están absolutamente pensadas, fundamentadas y logradas.
Lo sexual con lo infantil, lo superficial con lo íntimo… todo se mezcla en las vivencias de una chica con la cual nos podemos identificar todos. Todos los que no tenemos nada que ver con los vicios de la humanidad frívola, a la que le da asco la droga y prefiere coser sus ojos antes de conocer la verdadera faceta de la realidad, que los obliga a algo que no están acostumbrados, a pensar.
Caperucita hot remueve los escombros de lo que fue su vida, impulsado por el fútbol que la persigue en el colectivo, en la plaza, pero sobre todo, en la casa de su familia disfuncional que está aislada de su realidad y que es culpable de su abulia constante. Así, en un momento en que el mundo está detenido recuerda lo que quiso olvidar y se hace cargo después de muchos años. Nadie entiende nada, ni en el trabajo, ni en la calle, menos en la casa. Pero porque prefieren no hacerlo, eso es lo terrible del caso, lo común también.
En el sueño surrealista que representa su cumpleaños los asistentes muestran sus verdaderas caras, la de animales con más instinto que razón. Luego, cuando ella llama a sus abuelos y corta sin poder hablar, en la televisión se proyectan las personalidades de ellos con imágenes claras que los significan. Cuando habla el abuelo, cerdo depravado, se ve la sexualidad envuelta en una publicidad, síndrome del poder que ejerce en gente débil de mente este tipo de imágenes perjudiciales. Cuando suena la voz de la abuela, el canal cambia a una película de terror bizarra: zombis sin cerebro tienen el virus de no ver ni hablar, y lo único que pueden hacer es seguir a los demás. Así cada objeto que aparece en el corto aporta para retratar una situación que esta implantada desde el más alto nivel cinematográfico, innovador, lisérgico y febril. Desde la imagen buscada, hasta la resolución en post producción del sueño vivencial de su infancia, logran dar a conocer la vida de esta chica envuelta en la dicotomía de una sensibilidad demasiado fuerte como para moverse. Quería Rock, Veo veo me lo dio y con creces.

Soledad Bianchi

Marcos Di Biase en semi disidencia acá


VEO - VEO from Friqui Faquer on Vimeo.

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Entrevista a Anahí Farfan



Entrevista a Anahí Farfan, directora de Punto cero

Un gran rompecabezas


¿Cómo surgió la idea del guión de Punto cero?
La primera premisa salió al escuchar y ver a tanta gente con el constante deseo de que su vida no sea como es. Luego pensé que la gran mayoría se queda en esos pensamientos sin indicios de actuar para cumplir su meta de cambio. Y lo demás fue surgiendo solo y llevándolo mas hacia la ficción, como es la confusión del personaje entre esas dos realidades por las que transita.

La estética noir se reconoce al instante en tu trabajo. ¿Ese tono del corto siempre lo tuviste en mente? ¿Tomaste algún director del género como referente?
Una vez que resolví el “que” contar, me plantee el “cómo” contar, comencé a pensar primero en el soporte con el que iba a filmar, que era fílmico blanco y negro. Sentí que la textura del material me lo estaba pidiendo, como también algunas acciones del guión (la entrega de dinero, etc.) eran indicadores hacia el género que me quería dirigir. Los tres referentes de directores más importantes que tuve son los inigualables: Alfred Hitchcock, Orson Welles y Billy Wilder.



¿Cómo fue el proceso de realización del corto?
Ufff, bueno, fue un proceso bastante agotador, constantes re escrituras de guión, la pre producción fue dificultosa no solo por la estética y todas las cosas que eso requiere, sino también porque estábamos en la pre-producción de otros dos cortos más; y se hizo el doble de ardua. Pero igualmente poco a poco se fueron cerrando las cosas, consiguiendo una locación adecuada a la época que te hacia viajar en el tiempo, los actores, el vestuario, la utilería, el callejón, etc. Y ahí es cuando uno vislumbra cómo se van juntando las piezas de este gran rompecabezas y todo empieza a funcionar hacia un mismo punto.

¿Tuvieron inconvenientes de algún tipo durante la producción? Yyyy como de costumbre, no conozco ninguna experiencia de rodaje en las que no haya habido complicaciones en el medio. Tuvimos algunos inconvenientes técnicos que hicieron que me quedaran menos metros de película y por consecuente hubiera que quitar escenas de la historia. Así como también, haber alquilado la locación hizo que el tiempo se nos acortara ya que el tiempo es dinero en esos casos. Además de tener un guión técnico un poco pretencioso, todo eso nuevamente hizo que tenga que sacrificar más escenas. Con lo cual en montaje nos encontramos con algunos baches sin poder resolver. Hicimos lo mejor que pudimos editando el material que nos había quedado.

¿Qué cosas te habrían gustado mostrar y quedaron afuera?
Me hubiese gustado poder transmitir del todo la historia. Que se hubiese entendido lo que quería contar. Sabía que esta idea de crear la ilusión de un hombre que vive dos realidades, una verdadera y otra creada por su inconsciente a través del deseo, no era cosa fácil. Sin embargo me embarqué y navegué con las herramientas que hasta ese entonces había adquirido, que si bien no eran demasiadas sirvió para poder experimentar mi primera experiencia como guionista y directora.

¿Quedaste conforme, tanto con el corto como con la experiencia de realizarlo? ¿Qué fue lo que más disfrutaste?
Bueno, con el resultado del cortometraje no quede del todo conforme, por el hecho que a la narrativa le faltó mucho para llegar a ser una historia. Pero en cuanto a la estética quede muy contenta ya que me parece que llego a lograrse bastante bien y ser verosímil a la estética de la época.
Disfruté el proceso de elaboración del guión por un lado, que es algo más bien introspectivo e individual. Así como también el proceso de que un conjunto de palabras que transmiten una idea se transformen en imágenes por medio de varias personas que tienen distintos puntos de vista.

¿Qué expectativas tenés para la entrega de premios?
Mmm…creo que si el corto tuviese que ser premiado tendría que ser para el Director de fotografía y la Directora de Arte que fueron creadores de la esencia del cortometraje.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Por lo pronto seguir adquiriendo esas herramientas para que los próximos proyectos, sean cada vez mejor logrados y limar esas cosas que me faltaron para este y así sucesivamente con los proyectos que vendrán. Y luego hacer uso de esas herramientas para producir nuevas ideas para futuras realizaciones.

¿Cuál es tu respuesta a la crítica de Punto cero? ¿Cuál es tu punto de vista?
La crítica me pareció bien apuntada, estoy de total acuerdo, como dije anteriormente, la narrativa falló ya sea por cuestiones de producción como fallas de guión. La estética se logró a mi gusto muy bien. Mi opinión no difiere mucho de la que tiene la mayoría, las cosas están a la vista a mi parecer.

Entrevista: Nicolás Ponisio

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Heart in a Box



Heart in a Box, De Jerónimo Clemente, Con Antonio Ruiz, Vicente Aquilino, Alejandra Tossi y Raúl Diaz, 2007, 4´5´´.

Si pero no… no sé.

Me cuesta mucho escribir sobre este corto. No está mal. No es pretencioso, no es aburrido, las actuaciones están bien, el arte está bien. Pero no me interesa, no me atrapa, me lo olvido. Ya resignado a las puestas teatrales y no realistas, no logro que me molesten ni la decoración de la terraza ni los planos contrastados de los boxeadores. Hasta me generaron cierta simpatía. Puedo criticar que los dos actores son muy parecidos y el protagonista no usa los anteojos en la pelea, que era el único rasgo de identificación. Un problema relativamente menor.
Con todo el corto me pasa como con la mirada de ella hacia arriba después de besar a “el otro”. Le falto poco para ser grotesca y exagerada pero no, funciona. Quizás porque él ya no mira hacia abajo, pero funciona. Lo mismo el título: Heart in a Box, pudo haber sido un mal chiste pero no. Tampoco llega a ser especialmente gracioso, pero te saca una mueca.
Lo vi varias veces tratando de odiarlo, tratando de quererlo, tratando de generar una crítica objetiva. No me salieron ninguna de esas cosas. Salvo por el problema marcado, los actores están bien escogidos. El funebrero puede molestar, no logra entrar en la diégesis y su caracterización de cotillón contrasta un poco con los otros personajes. Pero no arruina el corto.
Se puede entender que hay un mensaje: el niño golpeado se convierte en golpeador. Pero por suerte no deja esa sensación. Sin dudas el plano final es esperado, pero no es esperado que se corte antes del golpe.
Posiblemente todo lo malo de la puesta teatral, la voz en off, la cámara que siempre mira desde el mismo lado a los personajes que la miran a ella; esté suficientemente equilibrado con la ausencia de pomposidad y pretensión que lo hacen un corto simpático.
No sé. Están abiertos los comentarios que completen lo que esta nota no pudo hacer.

Ignacio Izaguirre

Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Palomas



Palomas, De Jorge Espinoza Castillo, Con Adrián Churruarin, María Agüero, Mariela Santilli, Karina Huerta, 5´, 2008.

Poesía cruda

Vemos a tres mujeres que representan la femineidad en sus tres etapas de madurez. Una nena, una chica adulta y una anciana. Palomas pretende mostrar una reflexión introspectiva entre esas tres mujeres: Como se relacionan con el mismo espacio, cambia la mirada sobre una misma situación dependiendo de cada una y no pierden la capacidad de fascinarse por lo mismo. La mujer de mediana edad guía, y parece vivir un conflicto existencial al ver a la nena jugando con la hojarasca y a la anciana perturbada por la vivacidad de la niña que asusta a sus palomas. El corto se queda en la insinuación de algo profundo, y su conflicto de inocencia perdida y la angustia que esto provoca. Las actuaciones no se integraron del todo a la estética minimalista que el director intento imponer, con esos densos planos a las palomas o a las hojas de los árboles como si se buscara sin suerte alguna forma de filmar el viento. Mismo viento que acaricia a las tres mujeres al mismo tiempo en el final, sin hacer diferencia entre ellas. La cámara se mueve siguiendo la mirada de ellas, siguiendo a ¿las palomas?; difícil saberlo ya que caprichosamente se queda enamorada del sol que se escurre entre las hojas marchitas del otoño. Tanta poesía empalaga y hasta molesta que no se hable de nada y siempre se termine yendo por las ramas (sic). Un acierto del director, entre tanto movimiento caprichoso, es el final, donde se confunden los sonidos del pisoteo de las hojas con las migajas de pan secas que son resquebrajadas por la anciana. Se pasa de un plano medio de la anciana a un plano general donde se ve a la niña jugando con las hojas secas y arrojándolas al aire, luego la cámara con un movimiento rápido hacia arriba y después cayendo, cierra Palomas de forma simple y agradable.

Germán J. González Sosa