Festival de cine Cievyc 09: Échenle Sal y Sr. López

Buenos augurios

Dos directores, ya conocidos por la crítica, presentaron sus nuevas obras en la competencia de 3º año. Sonia Bertotti, ex Rouge, actual Échenle sal y Jerónimo Clemente, ex Heart in a Box (criticada acá), actual Sr. López. Ellos supieron llamar nuestra atención con su originalidad y estilo particular. ¿Podrán sostener sus anteriores obras? La diferencia está en el tipo de soporte y la cantidad de metraje utilizado. El vértigo de intentar expresar una idea en pocos metros, es equiparable a manejar por primera vez material fílmico, con cámara Bolex en dudoso estado de conservación. Con 120 mts. de fílmico color y un año más de experiencia, la situación cambia, aunque no disminuye su dificultad. Bajo estas condiciones, ambos superan las expectativas sospechadas.

Rouge fue un gran catalizador de polémica para la interna crítica, imponiéndole efusión a la cobertura. Fue criticada a favor acá

Y en contra acá. Logró que el 2009 nos encuentre tarareando aquel electro pop pegadizo del principio. Este corto se había manifestado con tanta fuerza, que el decaimiento del ritmo y la imposición de algunos símbolos innecesarios, terminaron ubicándome al frente de la corriente adversaria minoritaria. Sin embargo, fue uno de los tres cortos esperados con ansias. Bernabé Rivarola, Ex Nacimiento de una Noción, actual El sueño de Coleridge encabezaba esta lista, con óptimos resultados como atestiguan esta y esta nota.

En Bertotti, su fuerza estética se vigoriza con el color, y el rojo “rouge” es una constante. El uso de la comida se convierte en una tendencia, a la vez conceptual. Vale la rectificación con Échenle sal, un corto con su marca de autor incluida. La repulsión ante el grotesco masticar en Rouge, pasa a formar parte de la trama en esta oportunidad. Los planos detalle que la caracterizan, junto al sonido inferido, son llevados al paroxismo. Llegan a su climax aquí el fetichismo por los objetos y contar sin palabras a través de las imágenes, en continuidad con el anterior corto por ciertos tópicos formales. El montaje antes ejercía su fuerza al comienzo, decayendo en lagunas negras al final. Ahora se mantiene e impone un ritmo constante, y su clausura se vuelve efectiva. Las imágenes en Rouge se repetían como recurso, ahora se vuelven efectivas para narrar. Y la música, esta vez más adulta, menos estridente y efectista, demuestra una maduración.

En el balance final de cortos 2008, muchos destacaron a Rouge en su propio ranking. Mientras tanto, mi puesto principal era para Heart in a Box “Una representación interior lograda a través de una propuesta estética original y precisa”. Se sentían ideas, desarrollo y buen gusto al momento de filmar. Pero Sr. López ya trasciende todos los niveles emocionales. Jerónimo Clemente supo aprovechar cada metro de fílmico, y superó el nivel del festival. Me animo a pronosticar un futuro favorable para el director, que se demuestra como un profesional del medio. Pero también, para el corto, gracias a la buena calidad fotográfica, las actuaciones, pero sobre todo, a la construcción del relato. Una pieza única, inmune a la falla. La narración se vuelve satisfactoria por contar sin instancias obsoletas, con un timing in crescendo que glorifica un final sutil y macabro, que cierra la historia con coordenadas precisas. Escenas como la del cabaret, en donde un show expone un sistema bizarro de elección de damas, que con cierto desgano y poca gracia se mueven para ser elegidas, sorprenden por su ingenio, a la vez, por la impecable presentación del lugar y los personajes.

Rivarola, Bertotti y Clemente proyectan un futuro óptimo, que es grato vislumbrar. Sus nombres por ahora resuenan en un círculo escueto, más tarde quizás sean algunos de los encargados de darle una vuelta de tuerca más al cine nacional. La mejor forma de terminar una carrera de crítica de cine es encontrando este modo verdadero y original de filmar.

Soledad Bianchi