Festival de cine Cievyc 09: Un espíritu sorprendido


Un espíritu sorprendido, de Pablo Flores, con Diego Martinsen, Mercedes Arturo, 10’ 22’’, 2º año 2009.


Cada uno hace lo que puede...


Narrar el paso de la muerte sin sensiblería y, más aún, su drástica presencia evidenciada en la ausencia de los otros, debe ser igual de difícil que aceptarla.

Un espíritu sorprendido de Pablo Flores consigue mantenerse dentro del límite de lo tolerable –a pesar de la música-, y esto ocurre porque el dramatismo se mantiene en el personaje y no traspasa hacia el exterior. El reproche, la queja, la angustia hablada, la crítica estúpida amparada en las convenciones de lo que hay o no que hacer frente al hecho mortuorio están condensados en las palabras de la mujer, quedándole al personaje masculino lugar sólo para la inactividad aparente de la reflexión.

Una casita vista desde lejos sugiere algo que ya no está, los caminos que se cruzan aluden a la muerte, la familia feliz que atraviesa el campo varias veces remiten a las relaciones fraternales y las chicas sonriendo en oposición a la angustia del personaje que viene detrás, son del todo entendibles y funcionales al relato. No obstante, cuando el hombre entra en su casa y arrastra adrede el pie empujando un papel que incluso va a ser iluminado insistentemente, para dos minutos después hacer rodar una botella que lo va a llevar al mismo papel y todo porque va a importar para la resolución final… es un poco excesivo; la anticipación remarcada le juega en contra al corto. Al igual que la incómoda presencia de la familia en profundidad de campo una vez que el protagonista está en la casa del padre (para poder asociar un tiempo pasado y feliz como contraposición del momento actual).

Sin embargo, el cortometraje problematiza de forma interesante ya no el sufrimiento ante la muerte de otro, sino el miedo del personaje a ocupar el lugar de aquél que ya no está. Dejar de ser hijo, para pasar a ser sólo padre y así sustituirlo en la línea de tiempo es lo que lo acaba angustiando. Gaspar pasa de ocupar el lugar en la cama que ocupaba su hija al que ocupaba su padre. Tal vez entender las altas probabilidades de ser “el próximo” sea la forma para que el personaje se amigue con su mundo.

En el final se vuelve a caer en la redundancia y en la falta de sorpresa. Gaspar acaba tocando el violín de su padre, imagen que sólo sirve para remarcar lo que ya en los planos anteriores había quedado claro: la toma de su lugar.

Mariné Fernández Gianni

(Alumna de 2º año de la carrera de Crítica y Periodismo)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Che, no se si sabian, pero para ser criticos no hace falta ser pedante y agresivo (salvo que tengan una materia con ese nombre); tambien hay otras formas de decir las cosas.

Chicos, bajen un cambio.

Lucas Bauzá.

Noelia dijo...

Lucas, algunas de las críticas de este blog son pedantes o agresivas, pero ¿esta?
Le reconoce cosas que le gustaron y cosas que no al cortometraje, y justifica por qué describiendo con respeto y atención los momentos que le parecen buenos y los que no. Está muy fundamentada la descripción del momento redundante (cuando el hombre entra en su casa y arrastra adrede el pie empujando un papel que incluso va a ser iluminado insistentemente...).
Acusar a una crítica de pedante y agresiva y no detallar cómo lo es, es terminar sucumbiendo ante los síntomas que se diagnostican en el otro.

Anónimo dijo...

No me referia a esta en particular; puse el comentario en la misma, porque cuando lo escribi, era la primera que aparecia.
Es por eso que fui bastante general, y no di nombres de cortos ni de quienes firman.

Lucas.

Anónimo dijo...

Coincido con Lucas en que la soberbia y la pedantería es lo que abunda en la mayoría de las críticas que he leido y ésta no es la excepción.
Los alumnos de segundo y primer año de crítica son muy agresivos a la hora de calificar pero, quien califica a los alumnos de crítica?
Particularmente este corto fue ternado en tres categorías: mejor, guión, mejor dirección y mejor sonido (resultando ganador en este último rubro). Vale decir que para los jurados (que seguramente está constituído por profesores) la música no mereció un "...a pesar de la música..." ni creo que consideraron que "...se mantiene dentro de los límites de lo TOLERABLE..." o que hace una "...crítica estúpida amparada en convenciones...". Sin entrar a discutir acerca del irrespetuoso título de la crítica ("Cada uno hace lo que puede"). Yo diría que cada uno hace la crítica que puede. Y a Noelia le pregunto si es lo mismo decirle a tu novio que lo querés o que lo odias menos que a Hitler?
Luis

nostalgia dijo...

Anonimo cuando puse el título ¨Cada uno hace lo que puede¨ no me referia al trabajo del director, sino a como el personaje maneja la agonia y posterior muerte de su padre. Al igual que cuando digo: "...crítica estúpida amparada en convenciones...". me estoy refiriendo a la postura de la ex-esposa que critica la forma en que el protagonista reacciona frente a esa misma muerte, pretendiendo que reaccione como ella lo haria. Ahora, que ya sabes que no hubo ni pedanteria de mi parte, ni agresividad en mi crítica, ni en su título me gustaría que volvieras a leerla sin eso mismo de tu parte,y si en tal caso algo sigue sin gustarte será bienvenida tu crítica sobre mi crítica justificando tu postura como yo lo hice frente al corto.
Saludos. Mariné F.Gianni

nostalgia dijo...

Perdon, antes te llame Anonimo y veo ahora que te llamas Luis.

Anónimo dijo...

Mariné, gracias por las aclaraciones (que me fueron útiles para entender mejor tu crítica).
Mi idea no era polemizar contigo sino puntualizar algo general que vengo observando en la mayoría de las críticas (ya desde el año pasado) y que luego del comentario de Lucas me animé a publicar.
Tomando tus aclaraciones, retiro el concepto de irrespetuoso para el título de tu crítica.
Te deseo éxitos en tu carrera y si a vos o a alguno de tus compañeros le sirvió mi comentario como para advertir que se puede ser un buen crítico sin ser pedante o agresivo, a mi como docente, me alcanza.
Saludos y suerte.
Luis

Anónimo dijo...

q papelon luis

Anónimo dijo...

Que grande este Luis, a mí como docente!!
"si a vos o a alguno de tus compañeros le sirvió mi comentario como para advertir que se puede ser un buen crítico sin ser pedante o agresivo, a mi como docente, me alcanza."

Che, Louie, ¿y a vos este intercambio te sirvió para aprender a leer un texto y no interpretar lo opuesto de lo que expresa? ¿o a no sacar una frase de contexto para que encaje en tu idea preconcebida?

Espero que vos, como docente, leas mejor los trabajos de tus alumnos de lo que leíste esta crítica.

Te lo digo de onda, como no docente.

Lorelei