Festival de cine Cievyc 09: Golem


Golem, de Víctor Gerometta y Lucas Bauzá, con Rolando Marcuzzi, 5’ 30”, 3º año 2009.

Algo anormal y tosco hubo en el Golem…

Si (como afirma el griego en el Cratilo)
el nombre es arquetipo de la cosa
en las letras de 'rosa' está la rosa
y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'.

Jorge Luis Borges (El Golem)

Evidentemente, no todo el Golem está en la palabra “Golem”. En el folleto del 16º Festival Cievyc Cine 09, la sinopsis establecía orgullosamente: “En las entrañas de la ciudad, un hombre vuelve herido a su hogar; una criatura de la noche que no descansa. Cuando los gritos de la sociedad aparezcan, él se levantará como un Golem de carne y hueso”. A todos aquellos poseedores de dicho folleto, se recomienda rezar una novena en agradecimiento, ya que de no tenerlo resultaría imposible concluir que el personaje es un Golem.

Este corto cuenta con una interesante fotografía (juega con los contrastes entre luz y sombra), y en algún punto el manejo del color es llamativo (se alternan escenarios azules con escenarios rojos). La ambientación es muy buena, genera una atmósfera propia del cine de terror -más cercano al gore-, especialmente en la toma en que se muestran cuchillos de diferentes tipos, lo que remite bastante a la tortura y mutilación. Pero la forma tiene que estar en armonía con el contenido, y aquí parece no haber contenido, por lo que toda la belleza que pueden proporcionar las imágenes, es obsoleta, porque su significado es ininteligible o, si se quiere, la imagen es por demás polisémica.

Este corto podría haberse titulado “Golem”, “El increíble Hulk” o “Jossie y las gatimelódicas”, puesto que en ningún momento se hace referencia al ser mítico como tal. Lo único que se muestra es un hombre herido (no se sabe por qué), que hace mucho ejercicio, tiene cuchillos y sale a la calle al escuchar sirenas (tampoco se sabe si sale a hacer justicia benévolamente o a proporcionar pena y dolor, ya que la forma en que es mostrado el personaje lo torna oscuro y no muy amable). Ese ser mítico, folklórico, se caracteriza por estar alienado. En este caso, si alguien aliena al personaje, tampoco se sabe quién. No existen referencias hacia la película El Golem (Der Golem, Paul Wegener, 1920), hacia el poema de Borges arriba citado, ni siquiera hacia el tema El Golem de Paternal, de Skay Beilinson y los seguidores de la diosa Kali.

Se dice que el mejor arte es el que nadie entiende. En ese sentido, Golem, de Gerometta y Bauzá, es toda una obra de arte.

Romina Quevedo

(Alumno de 1º año de la carrera de Periodismo y crítica)

1 comentarios:

joe dijo...

Es verdad, en algunos cortos confunden el "estar" con el "ser" y en este corto se estuvo trabajando. este corto aporta mucho desde lo tecnico y poco desde lo esencial.