Cobertura del BAFICI 2009: Demasiado Cerca (polémica La risa)




Título: La risa

Director: Ivan Fund

Productor: Ivan Fund

Guión: Ivan Fund

Fotografía: Ivan Fund

Con: Leandro Airaldo, Gabriel Zaragoza, José Escobar.

Ante la pregunta sobre por qué eligió filmar todo en acercamientos tan estrictos a la piel y los rostros de los actores, el director Ivan Fund explicó que deseaba transmitir esa sensación de intimidad entre ese grupo de amigos y lo que les sucedía. Además, eso le permitió estar ahí dentro del auto con la cámara, como "un quinto Beatle", y ser parte de lo que ahí sucedía.

Hice la pregunta porque los primerísimos primeros planos de los rostros en La risa, me produjeron cualquier tipo de sensación, menos de intimidad. Suele sucederme con los videos caseros: tengo la impresión de estar arriba de algo que se mueve demasiado. Por consiguiente, tengo que apartar mi vista si no quiero regresar todo aquello que cené. Al minuto y 15 segundos, tenía la sensación de que me faltaba el aire, y el estómago me empezaba a dar vueltas.

Son chicos que salen a celebrar “el día del amigo”, solos. Como en todo pueblo, hacen las cosas que se hacen en el pueblo. Van a bailar, salen a beber, mean puertas de las personas a quienes odian y terminan jugando al truco en el bar "de la Betty", el bar de siempre. Es el reflejo de esos días que todos alguna vez extrañamos: los días en que amanecer de esta manera implicaba dormir al día siguiente. Esos tiempos de juventud que no volverán, y a los cuales se aferran estos muchachos a los cuales hace rato les llegó la edad de madurar. Sin embargo, la elección de estos planos tan cercanos a los muchachos, no se soportan una hora y media.

Hay escasos descansos en los planos generales. Según Ivan Fund, en ellos vemos esa pasividad de las calles del pueblo, que contrastan con lo que les pasaba a los chicos encerrados en un auto. Cada uno de ellos tiene un "punto de quiebre": Leandro que no tolera que los chicos vean a su hermana como un par de piernas; el Chino, al que la novia lo dejó; el Ruso, que juega a los golpes un poco en serio, y el verdadero punto de quiebre de todos: Tincho, que acababa de tener un hijo. Podríamos aventurarnos y decir que esto marca el principio del fin de los días de salir “sólo los amigos”.

Para contar esta historia, no se necesitaba tanto tiempo. Para expresar la intimidad no se necesita asfixiar a nadie. Hace falta la conexión entre las personas. Esa que es invisible, pero que se hace palpable y atraviesa una habitación de extremo a extremo cuando dos personas se miran y sin decir nada, se hablan. Esa que se lee en los gestos del cuerpo, gestos que nos eran ilegibles por quedar fuera de campo.

Norya García

Ignacio Izaguirre opinó todo lo contrario sobre La risa acá

Se puede ver:

2 de abril a las 20.15 - Altas Santa Fe 1


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