Título: La risa
Director: Ivan Fund
Productor: Ivan Fund
Guión: Ivan Fund
Fotografía: Ivan Fund
Con: Leandro Airaldo, Gabriel Zaragoza, José Escobar
Hay dos clases de personas, las que se van cuando la fiesta está en el mejor momento y las que se quedan hasta después del final, siempre creyendo que algo más puede pasar, aunque sea obvio que sólo quedan los despojos. A esta segunda clase pertenecen los cuatro protagonistas de La risa. Unos muchachos trasnochados que ya pasaron los veinte hace un tiempo y no se movieron de su pueblo (podría ser cualquiera de la llanura argentina). La risa pertenece a esas películas que se detienen en los momentos que quedan afuera en el relato clásico, no en la fiesta sino en el después. Ivan Fund sabe insinuar historias y delinear personajes con un plano o un par de palabras. El tímido enamorado, el chamuyero compulsivo y el seductor un poco más seguro de sí mismo quedan definidos pocos segundos después de que la hermana del cuarto amigo suba al auto. Manteniendo un plano unos segundos o con un comentario tangencial se va armando la historia de el Chino, la pelea con su novia, sus celos y el posible consuelo matutino en la cama de la veterana del último bar. En otro momento el Ruso y el Chino juegan a pelearse, el Ruso parece tomárselo en serio, con un par de gestos se adivina que ese juego esconde una tensión sexual que se enfatiza (¿se puede usar este verbo para hablar de esta película?) por un “que puto” y “que culiado” que se dedican los amigos, expresiónes comunes que podrían no querer decir nada, pero que no se repiten en ninguna otra conversación del film.
Fund consigue evitar que estos cuatro tozudos perdedores (es de día, se fueron sin chica y están tomando fresita, ya está chicos, a dormir) resulten patéticos, les tiene cariño y se le nota, ha estado ahí (todos estuvimos ahí) y sabe que el alcohol, como el sexo, es para el que participa. El que mira de afuera no recibe nada de esa experiencia. Por eso usa siempre planos muy cerrados dentro del auto, el exterior queda fuera de foco. Estamos ahí amontonados, somos parte de esa célula densamente ebria en la que se mueven los personajes. Cuando la cámara empieza a alejarse un poco, cuando tomamos un poco de distancia, es hora de irse a dormir. Lamentablemente la película sigue algunos minutos más.
Ignacio Izaguirre
Norya García opinó sobre La risa exactamente lo contrario acá
Se puede ver:
2 de abril a las 20.15 - Altas Santa Fe 1
Fund consigue evitar que estos cuatro tozudos perdedores (es de día, se fueron sin chica y están tomando fresita, ya está chicos, a dormir) resulten patéticos, les tiene cariño y se le nota, ha estado ahí (todos estuvimos ahí) y sabe que el alcohol, como el sexo, es para el que participa. El que mira de afuera no recibe nada de esa experiencia. Por eso usa siempre planos muy cerrados dentro del auto, el exterior queda fuera de foco. Estamos ahí amontonados, somos parte de esa célula densamente ebria en la que se mueven los personajes. Cuando la cámara empieza a alejarse un poco, cuando tomamos un poco de distancia, es hora de irse a dormir. Lamentablemente la película sigue algunos minutos más.
Ignacio Izaguirre
Norya García opinó sobre La risa exactamente lo contrario acá
Se puede ver:
2 de abril a las 20.15 - Altas Santa Fe 1
2 comentarios:
Es una gran descripción la de Ignacio, sin embargo le falta decir algo: LA RISA ES UN EMBOLE ABSOLUTO!
Esta crítica es la perfecta proyección del director, de lo que quizo decir, está muy bien analizada (yo no lo podría haber hecho) pero, como bien dice al final… se va de tiempo
No es una película mala, pero debería ser un corto de 15 minutos como máximo para ser deseable.. el tiempo real, con planos continuamente cerrados y un contenido tan sugerido sin un conflicto que haga estar pendiente, no es una buena elección para el espectador. Me faltó el aire, me sentí mal…
Ah, me olvidé de algo... muy gracioso y atinado el título de la crítica (no de la película porque de risa no tiene nada)
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