Dirección: Felix van Groeningen
Nacionalidad: Bélgica / Francia
Intérpretes: Kenneth Vanbaeden, Valentijn Dhaenens
Dicen que todas las familias se parecen; ésta no. Los Strobbe son una familia de fracasos. Cuatro hermanos afectos a la bebida. Una hermana golpeada por su marido. Un padre alcohólico. Una madre que intenta llevar lo mejor que puede la familia. Y el protagonista, un hijo no deseado por su madre, error de uno de los hermanos de la familia, que a pesar de sus escasos trece años, poco se distingue de sus tíos.
La historia es un vaivén entre la adolescencia y adultez de Gunther, el sobrino de la familia. La única oveja blanca, cuyas pasiones, que van más allá del sexo y el alcohol, mueven los hilos del resto de los miembros de su arcaica familia. Aún así son un clan muy unido y quién quiera cambiar debe irse, por eso el protagonista deberá abandonar el ámbito familiar para progresar.
Pero el destino y el apellido no dejarán en paz a Gunther y cometerá los mismos errores de su padre: un hijo no deseado y un fracaso constante. Cuando consigue superar su fracaso admite en su relato: (hablando de su hijo) “Trato de ser un buen tío para él”. Porque nunca tuvo una figura paterna sino un tío o un hermano mayor, ya que su abuela hizo las partes de madre y padre para él.
Una película sobre las familias, tomar decisiones y madurar. De cómo la vida nos juega una mala pasada haciendo de la adolescencia la edad de las decisiones que repercutirán en el futuro, cuando no se tiene aún la conciencia suficiente como para saber cuál tomar.
Adrián Zorgno
0 comentarios:
Publicar un comentario