Festival de cine Cievyc 09: En caso de Zombies


En caso de Zombies. De Hernán Lowenstein, con Martín Otegui y Lizan Tadgom, 5´33´´, 3º año, 2009.

Zombies honestos

Sin duda la virtud de este corto no es el cuidado por el detalle y posiblemente me acusen con razón de contradecirme con mi nota sobre Enajenados. Como bien marcó -e hizo notar- Adrián Zorgno en su nota sobre esta película, hay sombras del camarógrafo, faroles fuera de lugar y una inexplicable división en cuatro de la pantalla al estilo video de fiesta de 15.

A cambio de eso hay falta de snobismo, placer notorio en lo realizado y algunos chistes realmente divertidos. Todas estas características, aparentemente menores, son extrañísimas dentro del panorama general. Lowenstein, con su terrorífico nombre, es uno de los pocos directores de este festival que juega con los géneros y parece haber visto algunas películas. En su corto del año pasado (que puede verse aquí) se acercaba al terror pero no lograba alejarse de lo que supuestamente debe ser una película independiente. Ahora parece despojado de esas ataduras.

Muchos directores de la escuela parecen tener un switch por el que se ponen en “modo arte” cuando filman. Creen en el arte como lo vende la televisión. Como algo separado del mundo cotidiano. Una entidad superior que nos transporta al mundo espiritual donde todo es sublime, grandilocuente y solemne. No parecen encontrar nada hermoso, disfrutable o divertido en la vida real. A falta de placeres reales cunde la afectación. Las miradas al cielo, los ceños fruncidos, los gritos desgarradores, los mundos oníricos.

Nada de esto caracteriza a En caso de zombies. El director no busca en lo que le dijeron que era el arte o el cine, no piensa en lo que debe ser. Busca en lo que él disfruta, en lo que lo hace feliz. Tiene confianza en poder compartir ese placer con un espectador. Gracias a ese espíritu despojado logra divertir.

La historia no está bien llevada y los detalles no están trabajados. Un ejemplo de esta falta de trabajo es el cajón con botiquines para emergencias. “En caso de zombies”, “En caso de invasión extraterrestre”, “En caso de guerra”. Sin duda ese chiste ya está hecho y cabía enriquecerlo, pensar algo más. No se hizo. Pero la anécdota es sumamente ingeniosa y divertida. Dos jóvenes que arreglan un encuentro para suicidarse al haber sido mordidos por unos zombies. La discusión sobre dónde se encuentran de estos dos condenados a muerte es graciosísima. El “venite y lo hacemos acá” quedará entre las grandes frases del festival.

También divierte mucho la acusación de gay de uno de los personajes hacia el otro. Se puede ver (o inventar) una cita a Río Rojo y su ambigua discusión sobre el tamaño de los revólveres, en la frase “me la acordaba más grande el arma”.

Posiblemente Lowenstein no gane nunca un Oscar ni sea inmolado en el altar de los artistas sublimes, pero seguramente dan ganas de ir a tomarse una cerveza con él. Es más de lo que se puede decir de la gran mayoría.

Ignacio Izaguirre

3 comentarios:

Murciélaga Bianchi dijo...

y bueno, la cosa es así... entretiene, sin pretenciones, como un juego con cierta noción cinematográfica, que garpa. Decididamente comedia, Zombies no significa terror. Ver una de mis películas favoritas en comedias: shaun of the dead.
Bien.. punto a favor, rescatado ante lo sin sentido ni fundamento... gracias Izaguirre, captó el momento

Germán González dijo...

El mejor corto del cievyc en los ultimos 50 años... No hay duda

Hernán Lowenstein dijo...

ajajaja, genial!

Loco, juntemonos a tomar una cerveza y hacemos un corto de zombies borrachos que atacan a solo a la gente que tiene botellas de alcohol en las manos O.o

buena onda la reseña, y me encanta lo que genero mi corto en el cievyc.

Para el Año que viene, esten atentos de lo que genero en Argentina con mi largo :O