Cobertura del BAFICI 2009: Pueblo chico …


Titulo: “El descanso”

Guión: Rodrigo Moreno, Ulises Rosell, Andrés Tambornino

Fotografía Javier Julia

Montaje: Nicolás Goldbart

Producción: Pepe Salvia



El Descanso es una de las muy buenas producciones nacionales que se puede disfrutar en el Backfici. Fresca y divertida, la trama se desenvuelve ante el espectador con facilidad y gracia. El comienzo del film nos presenta una road movie clásica: una ruta, un paisaje, un accidente, una historia. A causa de una desgracia, unos típicos personajes de ciudad llegan a un pueblo sumido en la pobreza que pertenece a un poderoso abogado. Allí conocen a excéntricos personajes que los invitan mediante su hospitalidad a quedarse más de la cuenta. Freddy (Juan Ignacio Machado) queda fascinado por un viejo hotel abandonado de la década del 30. En su locura por reconstruir el hotel conoce a Salvador Serrani un descendiente de aborígenes que conoce sobre el pasado de dicha posada. La película cobra textura con la aparición de los extravagantes personajes que forman una especie de comunidad cosmopolita que interactúa a pesar de sus diferencias sociales y culturales. El crisol racial lo termina de conjugar el primo “garca” de Freddy que llega como invitado a la fiesta que se realizará por el cumpleaños de Osvaldo (Fernando Miasnik). Este personaje –versión actual de Isidoro Cañones – se presenta en la fiesta con dos modelos rusas como invitadas. A partir de situaciones delirantes, vemos como Freddy y Osvaldo descubren parte de su cultura, de sus raíces que les eran desconocidas. A su vez, los pueblerinos se encuentran ante un futuro también desconocido para ellos. Tecnologías y personas componen este “nuevo mundo”. Por un instante se deja vislumbrar una utopía posible de coexistencia entre razas, diferencias sociales y la perfecta armonía entre lo autóctono y lo nuevo.

Sin embargo. hacia el final, la trama del film da un vuelco bastante brusco. Las risas se apagan y el ambiente se torna turbio. Se suceden escenas de persecución que están bien logradas, pero nada más. La última toma de la película nos muestra un “ángel azteca” mirando al pueblo desde una colina. Recoge del suelo un poco de Diorita –mineral utilizado para la construcción– que procura simbolizar el avance constante del progreso que, acaso, solo encontrará su fin con el fin de la raza.

Germán González


Se pudo ver 26 de marzo, atlas santa fe, 27 de marzo Hoyts abasto, 28 de marzo Hoyts abasto.


2 comentarios:

Palito dijo...

esta película podría renombrarse: Cuando el nuevo cine argentino empezó a parecerse a una película de Carreras.

Concedo, la persecución en la noche es aterradora.

Vero dijo...

Ahora cualquiera se hace el vivo. Una de las pocas experiencias logradas de cine de género en nuestro cine durante lso últimos 30 años y los comentaristas critican cualquier cosa. Es divertida e inteligente, tiene acción, los personajes secundarios son inolvidables... qué más querés Palito?

Buena nota, eh.