Cobertura: 15 Festival Cievyc Cine 08 Veo Veo



Veo veo, De Ludmila Rosenzweig, Con Lucia Alvarado Losada, Vladimir Yuravel, 2008, 12’

Ojos que no ven (porque no quieren)

Veo veo es rock en estado puro. La estetización de la protagonista que no puede existir en un mundo lleno de caretas, con un pasado por descubrir y con una vida por recuperar, representada con imágenes envueltas en símbolos y metáforas que expresan el límite de su búsqueda interna. Para ver y rever, cada paso, cada imagen, están absolutamente pensadas, fundamentadas y logradas.
Lo sexual con lo infantil, lo superficial con lo íntimo… todo se mezcla en las vivencias de una chica con la cual nos podemos identificar todos. Todos los que no tenemos nada que ver con los vicios de la humanidad frívola, a la que le da asco la droga y prefiere coser sus ojos antes de conocer la verdadera faceta de la realidad, que los obliga a algo que no están acostumbrados, a pensar.
Caperucita hot remueve los escombros de lo que fue su vida, impulsado por el fútbol que la persigue en el colectivo, en la plaza, pero sobre todo, en la casa de su familia disfuncional que está aislada de su realidad y que es culpable de su abulia constante. Así, en un momento en que el mundo está detenido recuerda lo que quiso olvidar y se hace cargo después de muchos años. Nadie entiende nada, ni en el trabajo, ni en la calle, menos en la casa. Pero porque prefieren no hacerlo, eso es lo terrible del caso, lo común también.
En el sueño surrealista que representa su cumpleaños los asistentes muestran sus verdaderas caras, la de animales con más instinto que razón. Luego, cuando ella llama a sus abuelos y corta sin poder hablar, en la televisión se proyectan las personalidades de ellos con imágenes claras que los significan. Cuando habla el abuelo, cerdo depravado, se ve la sexualidad envuelta en una publicidad, síndrome del poder que ejerce en gente débil de mente este tipo de imágenes perjudiciales. Cuando suena la voz de la abuela, el canal cambia a una película de terror bizarra: zombis sin cerebro tienen el virus de no ver ni hablar, y lo único que pueden hacer es seguir a los demás. Así cada objeto que aparece en el corto aporta para retratar una situación que esta implantada desde el más alto nivel cinematográfico, innovador, lisérgico y febril. Desde la imagen buscada, hasta la resolución en post producción del sueño vivencial de su infancia, logran dar a conocer la vida de esta chica envuelta en la dicotomía de una sensibilidad demasiado fuerte como para moverse. Quería Rock, Veo veo me lo dio y con creces.

Soledad Bianchi

Marcos Di Biase en semi disidencia acá


VEO - VEO from Friqui Faquer on Vimeo.

8 comentarios:

claudiabaires dijo...

Soledad... clarisima tu critica. en verdad pones en palabras absolutamente todas las sensaciones que genera el corto,o al menos lo que en m'i gener'o como espectadora. Claudia F.

claudiabaires dijo...

Soledad... clarisima tu critica. en verdad pones en palabras absolutamente todas las sensaciones que genera el corto,o al menos lo que en m'i gener'o como espectadora. Claudia

Anónimo dijo...

Sole, muy buena nota, te felicito, viste que cuando queres te sale lo mejor.
sin necesidad de complicarte con notas con personas conflictivas.

ignaiza dijo...

"cuando querés te sale mejor"... en fin.

La mejor nota del blog. Aplauso cerrado.

ignaiza dijo...

"cuando querés te sale mejor"... en fin.

La mejor nota del blog. Aplauso cerrado.

nostalgia dijo...

Palmas para esta crítica tan cinematográfica, lisérgica y febril como el corto!!.

Anónimo dijo...

este corto gana el premio del publico seguro.

Anónimo dijo...

Sole, me gustaria una nota a la directora de este corto, porque es un corto muy original, y tambien para la directora de tomame, ya que fueron dos cortos con una tema en comun, el abuso en el seno familiar, y ambas historias contadas por mujeres, y muy bien contadas en ambos casos.